lunes, 26 de marzo de 2012

Cartas de amor a Mina Loy:

Hoy me he levantado necesitada de romanticismo, pero no de esa versión empalagosa del término, sino de la vertiente más brutal y extrema, la que es capaz de llevar al ser humano a la locura, a la transformación integral, al éxtasis absoluto y que, si bien puede parecer irreal, es tan tangible como la necesidad de estar viv@ para sentir tal y enfermiza pasión. 


Dicho esto, y partiendo de la base de ese amor que es complicado describir con palabras, paso a relatar que he encontrado un maravilloso ejemplo en las Cartas de amor de Mina Loy, escritas por Fabian Avenarius Lloyd, más conocido como Arthur Cravan. 


Enamorado hasta el punto de rozar lo enfermizo, el sobrino de Oscar Wilde, cuya efigie quedó para la posteridad por ser una figura totalmente controvertida, muy al gusto de los movimientos culturales y sociales del momento, se confiesa "poseído por uno de esos amores excepcionales, de la misma manera que no se encuentra un gran talento más que cada cincuenta años". Un torbellino que le llevará a escribir a Mina Loy varias veces al día, a ser una montaña rusa emocional, a enfermar, a suplicar, enfurecerse, enternecerse, cubrir su alma para luego destaparla en un arrebato. Y todo ello con la intensidad que implica la brevedad de unos párrafos rebosantes, de una cartas que contienen mucho en poca extensión. 


De la historia de los protagonistas poco diré porque, para conocerla mejor, lo más recomendable y conveniente (inteligente, en suma) es leer el nada despreciable prólogo que hacen los editores de Periférica


Y, sin más y con mucho, me voy a la librería...

jueves, 22 de marzo de 2012

La Juguetería Errante:

El otro día, trasteando por la librería, encontré un libro cuyo título me dejo desconcertada: La Juguetería Errante. 

Cierto es que, pensándolo en frío, quizás no sea nada del otro mundo, pero a mí, que reconozco soy tendente a la fabulación incontrolada, empezó a sugerirme un sinfín de posibilidades. Cogí el libro, vi para deleite de mis ojos que lo editaba Impedimenta - garantía de estar cogiendo un buen texto, con impecable traducción- y, al leer la contraportada, descubrí que mis elucubraciones libreras no iban mal encaminadas: 


"Cuando el poeta Richard Cadogan decide pasar unos días de vacaciones en Oxford tras una discusión con el avaro de su editor, poco puede imaginar que lo primero que encontrará al llegar a la ciudad, en plena noche, será el cadáver de una mujer tendido en el suelo de una juguetería. Y menos aún que, cuando consigue regresar al lugar de los hechos con la policía, la juguetería habrá desaparecido y, en su lugar, lo que encontrarán será una tienda de ultramarinos en la que, naturalmente, tampoco hay cadáver. Cadogan decide entonces unir fuerzas con Gervase Fen, profesor de literatura inglesa y detective aficionado, el personaje más excéntrico de la ciudad, para resolver un misterio cuyas respuestas se les escapan. Así, el dúo libresco tendrá que enfrentarse a un testamento de lo más inusual, un asesinato imposible, pistas en forma de absurdo poema, y persecuciones alocadas por la ciudad a bordo del automóvil de Fen, Lily Christine III "


Decidido: el libro se venía conmigo a casa. Allí comencé a leer y no paré hasta llegar a la última página. Creedme si os digo que lo que genera el texto va más lejos de la adicción... ¡Es pasión! 

La trama es tan variopinta e inesperada, tan divertida y excéntrica, que, cuando menos lo esperas, te has convertido en un personaje más de la misma y estás trabajando mano a mano con Gervase Fen y Richard Cadogan. Sin darte cuenta, te ves envuelta en un torbellino de enigmas, posibles sospechos@s, persecuciones y constantes referencias literarias -ora por necesidad, ora por puro y agradecido vicio- del que no puedes salir hasta que se resuelve el misterio. 

En resumen, que si queréis un buen libro, de esos que divierten, hacen disfrutar, están bien escritos y editados y encima nos enseñan un montón de cosas, optad por La Juguetería Errante. ¿El padre creador? Edmund Crispin. 
Os dejo con el book-trailer ;-)