martes, 3 de abril de 2012

Un día me esperaba a mí mismo:

"También soy pintor, dijo Guillaume a Rouveyre, y podré utilizar mi pluma como un pincel, al igual que tú utilizas tu lápiz como un punzón con el que grabar la esencia de todo aquello que ves".


Confieso mi obsesión por Guillaume Apollinaire y culpo de la misma a Miguel Ángel Ortíz Albero, a la editorial Jekyll & Jill y a un libro titulado Un día me esperaba a mí mismo. 


Todo comenzó una tarde de esas en las que sólo te apetece esconderte en tu rincón con un libro y dejarte llevar por la imaginación ajena. Sin saberlo, me encontré observando el mundo a través de los ojos de un artista que no escribía poemas, sino que era poesía en si mismo e impregnaba todo su mundo de ella. Indiscutíblemente, todo esto derivó en una relectura (es lo que ocurre cuando te permiten meterte en la piel de un otro tan intenso), acompañada de su antología poética (fragmentos de esta joyita + poemas = elixir divino).


Y no digo más, quien quiera disfrutar de una droga que no mata y si  enriquece, ya sabe lo que tiene que hacer.




lunes, 2 de abril de 2012

¡¡¡Feliz Día del Libro Infantil y Juvenil!!!!

Ilustración de Polly Dunbar
Hoy es un día para celebrar porque, ¿qué sería de l@s lectores adult@s sin aquellos cuentos que marcaron nuestra infancia? Incluso hay quienes seguimos disfrutando de los álbumes ilustrados y la narrativa infantil/juvenil para alimentar a la niña o el niño que llevamos dentro. 


Y es que, gracias a esas historias, hemos aprendido, reforzado valores, perdido miedos, soñado -¡Cuánto hemos soñado!-, conocido lugares nuevos y personajes increíbles, accedido a los primeros clásicos, descubierto nuestros gustos literarios, observado el propio reflejo a través de la magia inventora de quienes escriben e ilustran. Gracias a esos cuentos hoy, much@s, amamos los libros. 


Además, ¿quién puede olvidar esos momentos entrañables en los que algún adulto le dio vida a las palabras cuando aún no sabías leer? Yo recuerdo estar sentada en las rodillas de mi tía, imaginando al temible lobo o sintiendo la emoción de quien vuela a lomos de un dragón. Descubrí en las letras un tesoro y pasé instantes muy valiosos que me hicieron desarrollarme como persona.


Lo dicho, ¡Feliz día del libro infantil y juvenil a tod@s! Que l@s niñ@s de hoy y los que vendrán mañana sigan teniendo historias con las que crecer y que los que seguimos siendo niñ@s, aunque nuestro aspecto no lo parezca, recordemos siempre lo importante que es continuar alimentándonos de ellas.